martes, 29 de diciembre de 2009

“PREPARÁNDONOS PARA SER SIERVOS”

INTRODUCCIÓN
El mayor privilegio que una persona puede tener es servirle a Dios; aunque nuestra mente y corazón no entiendan esto.

I. LA PREPARACION ES INDISPENSABLE
Para ser un buen servidor, necesitamos someternos a una preparación previa dirigida por el Señor. Debemos aprender a soportar cambios en nuestra vida que nos llevarán a una madurez espiritual. Podemos aprender de Jesús, así como de Josué; de quienes su buena preparación, garantizó el éxito de su misión.

II. EL EJEMPLO DE CRISTO (Fil. 2:5-8)
Jesús escogió dejar a un lado su naturaleza divina y adoptar la forma humana para que su vida sea guía y modelo para toda persona.
1. Cristo, el mejor modelo.- V.5 “Haya pues entre vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”
2. Cristo renunció a su gloria.- V.6; “Como algo a que aferrarse”. Cristo no se aferró (agarrar, insistir) a ser igual a Dios sino que renunció voluntariamente a su gloria, abandonando su aspecto divino y se hizo semejante a los hombres; Así usted y yo debemos renunciar a aquellas cosas terrenales que nos hemos aferrado (apegado). Ningún asunto de la vida cotidiana debe captar toda nuestra atención ni debe ser suficiente motivo para luchar con ambición por ellas, sino debemos estar dispuestos a renunciar a estas.
3. Cristo renunció a su investidura.- V.7; “se despojó a si mismo”. Cristo renunció a sus atributos divinos (como recibir la adoración de los hombres) y se hizo semejante en todo como nosotros (excepto en el pecado) con el fin de tomar la forma de siervo. Esto significa para nosotros despojarnos de toda investidura como posición social, económica, títulos, etc. Esto nos enseña que debemos abandonar nuestra autosuficiencia, arrogancia, orgullo, vanagloria, altivez y toda actitud negativa.
4. Cristo tomó forma de siervo.- V.7; Tomar significa recibir y actuar de acuerdo a ello. Solo cuando el proceso de despojamiento está completo, tomamos forma de siervo. El Espíritu Santo sabe cuando hemos completado esta etapa. Solo él puede llevarnos a la comprensión de que lo viejo se ha ido y lo nuevo ha llegado.
5. Cristo luego de despojarse hasta hacerse hombre, se siguió humillando más hasta morir en la cruz. V.8; “se humilló a si mismo”. El dejó de lado todos sus derechos e intereses personales a fin de asegurar el bien nuestro. El recibir la naturaleza de siervos es una experiencia que nos va a traer crisis y sufrimientos dentro del caminar en el ministerio. Esto, es un proceso que Dios usa en nuestro corazón para que a través de la humillación y la falta de gratitud de algunas personas, se forje en nosotros el carácter de siervo. Coloquemos los ojos en Jesús, él nos sirvió y sigue sirviendo aunque nosotros no le agradecemos (por todo esto Dios lo exaltó). No olvidemos que al final de todo hay una recompensa. Dios nos enseña que si nos humillamos, vamos a ser exaltados por El.

III. EL EJEMPLO DE JOSUE (Josué 1:1-17)
1. Josué primero sirvió al hombre.- En el V.1 podemos ver que al morir Moisés, siervo de Dios; le sucedió Josué, quien fue su servidor. Para poder ser buenos siervos de Dios hay que primero ser buenos siervos del hombre.
2. Josué fue un hombre comprometido con la causa de Dios.- El V.2, dice; “Levántate y pasa este Jordán tu y todo este pueblo”. Dios se dirigió a Josué personalmente, porque conocía la responsabilidad y el compromiso que tenía con su obra. Esta bendición se obtiene con la fidelidad a la causa de Dios.
3. Josué se dió del todo por sus hermanos judíos.- El V. 5; Nos enseña que por su entrega y su amor hacia sus hermanos, la protección del Señor siempre estaba con él y el enemigo no pudo tocarlo.
4. Josué fue recompensado en su servicio.- (V. 6-8) Como sucesor de Moisés, Josué fue recompensado con el privilegio de ser “Animado por Dios”. Él le dijo” esfuérzate y se valiente”. También se le dió el derecho de repartir la tierra prometida. Particularmente Dios le enseñó, la clave de la prosperidad cuando le dijo “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley…”
5. Josué obedeció inmediatamente.- Esto se puede ver en los V. 10 – 15, cuando Josué mando a los oficiales a poner por obra la orden del Señor.
6. Josué cosechó la obediencia del pueblo.- Lo vemos en los V. 16-18; Como obedeció a Dios, el pueblo también le obedeció a él (este es el principio de la siembra, “LO QUE SIEMBRO, ESO RECOJO” Gal. 6:7b).

CONCLUSIÓN: (de Josué 24:14-24)
En este pasaje vemos que Josué antes de morir; sembró una buena enseñanza a su pueblo a cerca de cómo servir al Señor. Como guía espiritual, (V.31) su interés estaba en ver un cambió en el carácter, primero. El estaba preocupado en el cambio interior del corazón del pueblo. El servicio fiel del buen siervo de Dios se muestra no sólo con la clase de cosas que se hace sino con la clase de persona que uno es. Someterse a la preparación de Dios garantiza que seremos buenos siervos, preparados para toda buena obra.

No hay comentarios:

Archivo del blog