Es un dato que nos sorprende, aunque es el mejor confirmado,
tanto por la oposición de sus adversarios, como por la adhesión de sus
seguidores. Jesús se impuso como hombre libre a todos y a todo lo que pueda
frenar su misión.
Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle. Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan. Él les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Marcos 3:31-35
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