viernes, 26 de febrero de 2010

El siempre abrazo , privilegio y defendió a la gente marginada, pecadora, excluida que había en su tiempo.

La mujer del perfume en calidad de marginada, de no invitada, de intrusa. No tiene nombre, ni cultura, ni prestigio,. Solo tiene la osadia y audacia de ir contra las normas sociales de su tiempo para expresar con plena libertad su amor agradecido.

También Jesús salta las estructuras sociales y morales de su tiempo para devolverle dignidad a la mujer. Tiene una actitud profundamente humana y liberadora.

Encontrarse con Jesús siempre es punto de partida, posibilidad de volver empezar con esperanza. Oportunidad de volver a nacer.


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